27 may 2017

La historia de mis rizos

Todo comenzó en el verano del 2015. Luego de meses de indecisión y vana ilusión, decidí que quería ver cómo era mi rizo natural...

Me empezaron a alisar el cabello desde los 7 u 8 años de edad. Demasiado cabello en esta cabeza, demasiado tiempo se tomaba mami peinándome, demasiados pleitos, demasiado "tira y jala".

Fui feliz con mi cabello tan largo por primera vez (me bajaba a media espalda) y ahí comenzó la esclavitud al cabello lacio. Cada dos meses debía someterme a la agonía, la picazón, la quemazón el cabello botando agua y pegado de la irritación tan severa.....etc. 

Luego los alisados se fueron modernizando y haciéndose más efectivos con menos sufrimiento; más tarde apareció la queratina, la spazzola (una especie de queratina) ésta era menos abrasiva (al menos la que yo usaba, he oído historias de otras que perdieron mechones de cabello con la famosa queratina) pero era un pasadía en el salón: me lavaban el cabello, me untaban la queratina, lo secaban a blower, lo planchaban, lo volvían a lavar, lo volvían a secar; y al final tenía cabello lacio que duraba igual que el alisado: dos meses para retoque.

Luego, llegaron los blowers que mataban el rizo sin necesidad de hacerse tantas vainas porque con una buena mascarilla y una peluquera experta muy lindo el pelo lacio.....hasta que lo sudas y ahí están de vuelta tus raíces enroscadas recordándote tu origen: no eres lacia natural.

Volviendo al verano del 2015, decidí aceptar que debía darme menos calor en el pelo si quería ver mi rizo natural, el que Dios me dio, el que ya después de tantos inventos no recordaba cómo era.

Esta soy yo en marzo del 2015.

Y ahí empezó el proceso de la transición.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario